La bombilla adecuada en el microscopio Zeiss Axioskop 20.

Cuando se entrega un microscopio es muy importante proporcionar una lámpara de repuesto, además de la que lleva instalada el equipo, para que el usuario pueda seguir trabajando en caso de que ésta se agote. Pero es de gran importancia asegurarse de que la lámpara es la adecuada. En este caso se trata de un Zeiss Axioskop 20 con una lámpara de 6v 20w cuya referencia Zeiss es 380079-9690-000.

En muchos sitios de venta de lámparas se dice la OSRAM 64250 HLX es una bombilla equivalente, pero no es cierto. Me han llegado a decir en una tienda alemana de accesorios para microscopios que la OSRAM sustituye a la Zeiss que ya no se fabrica y que es la misma. Vamos a ver por qué no son bombillas equivalentes.

Lampara Zeiss y OSRAM
Vemos a simple vista las diferencias entre las lámparas

En esta imagen de las dos bombillas vemos dos diferencias fundamentales. Por una parte lo que llama más la atención es la forma diferente de los filamentos. La lámpara Zeiss, a la izquierda tiene un filamento plano, para llenar el campo de visión, como veremos más adelante. Otra diferencia fundamental se refiere a la altura que alcanza el filamento con respecto a los pines. La diferencia de altura entre uno y otro filamento es de unos 3 mm.

Para entender bien los efectos de esas diferencias de construcción debemos probar el microscopio con las dos lámpara y enfocar el filamento, al estilo de la configuración Köhler clásica. Para ello, en este modelo Zeiss Axioskop 20 debemos retirar un difusor que lleva en la base, entre la lámpara y la lente colectora, como vemos en la fotografía.

El sencillo sistema de iluminación del Axioskop 20 desde abajo
Debemos retirar ese cristal esmerilado para poder enfocar el filamento.
Una vez retirado el cristal esmerilado.
Vista en detalle sin el cristal esmerilado

Colocamos la bombilla OSRAM en el portalámparas del microscopio, introduciéndola en su totalidad. Intentamos enfocar el filamento regulando la altura del condensador y esto es lo que vemos.

Es imposible ver centrado el filamento.

Para poder ver centrado el filamento en el campo visual, tendremos que extraer la bombilla entre dos y tres milímetros. Pero es una maniobra complicada porque hay que estar continuamente mirando, apagando, enfriando, extrayendo, comprobando… para obtener un resultado así:

Hay que extraer la bombilla para poder centrar el filamento.
Filamento de la bombilla OSRAM centrado.

Para conseguir esto hay que dar la vuelta al microscopio, retirar el filtro de cristal esmerilado y centrar el filamento. Esto no es algo que pueda hacer todo el mundo fácilmente.

Ahora vamos a ver cómo queda el filamento de la bombilla Zeiss. Colocada en el portalámparas normalmente, como vemos en la imagen inferior.

La bombilla Zeiss colocada hasta el tope en el portalámparas.
Filamento de la bombilla Zeiss ocupando todo el campo visual.
Aspecto del filamento plano de la bombilla Zeiss en el centro del sistema .

Los efectos en una muestra son significativos. Con la bombilla OSRAM sin centrar, es decir, simplemente puesta como la pondría un usuario habitual, el filamento descentrado como hemos visto, y el regulador de iluminación al nivel 2, tendremos esta imagen.

Iluminación deficiente porque el filamento de OSRAM queda descentrado.

Para obtener mayor iluminación tenemos que subir la regulación al máximo nivel. El microscopio se calienta y la imagen tampoco es buena, porque el filamento está descentrado y la luz viene por el lado derecho. Vemos la muestra.

Iluminación al máximo y deficiente por el filamento descentrado.

Sin embargo, con la lámpara Zeiss, al nivel 2 de iluminación, ésta es uniforme, con un mínimo calentamiento, como se ve a continuación:

Iluminación más uniforme con la lámpara Zeiss.

Sirva esta pequeña entrada para convencernos que es muy necesario utilizar las lámparas adecuadas para cada microscopio. En el caso del Zeiss Axioskop 20 la bombilla dedicada de Zeiss 380079-9690-000 no se puede sustituir por la OSRAM 64250 HLX, como dicen muchas tiendas. Los resultados no son buenos por que las bombillas son evidentemente diferentes como se ve en la primera fotografía. La iluminación es un aspecto fundamental para la obtención de buenas imágenes en microscopía, y la iluminación halógena empieza en el filamento de la bombilla. Si esto falla, se resentirá todo el sistema y la calidad obtenida será mala, además habrá sobrecalentamientos. En la tienda Zeiss se pueden comprar las bombillas adecuadas de filamento plano para el microscopio Zeiss Axioskop 20.

En próximas entradas trataremos otros aspectos básicos de la regulación de los microscopios.

Hasta pronto microscopistas.

ZEISS Axioskop

Zeiss Axioskop 50

Entre los microscopios profesionales de las grandes marcas que más se han vendido a lo largo de los últimos 30 años está la gama Axioskop de Zeiss. Concretamente vamos a hablar aquí del Zeiss Axioskop 50. Es un microscopio muy bueno que cumple todo lo que se le puede pedir a un instrumento de calidad. Es robusto, con un peso considerable, pero no ocupa mucho espacio sobre el la mesa. Es preciso mecánicamente. Su sistema de enfoque es simple y eficaz. Tiene una buena iluminación. Lleva de serie una lámpara de 50w, aunque está preparado para llegar a 100w. Es muy ampliable, porque Zeiss fabricó todos los accesorios necesarios. Ópticamente tiene una gran calidad, campo de visión amplios y todo tipo de configuraciones de objetivos y técnicas. Así pues, el ZEISS Axioskop 50 es un estupendo microscopio. Vamos a analizarlo brevemente en esta entrada.

El Estativo

Lo primero que llama la atención en el Zeiss Axioskop 50 es la esbeltez de su estativo. Generalmente los microscopios de su categoría son más anchos. La base del Axioskop tiene forma de T. Sus cuatro apoyos sobre la mesa están pensados para proporcionar una gran estabilidad. Tiene dos en la parte de detrás, más separados, y dos en la parte delantera, casi juntos. En realidad, la mayoría de microscopios presenta esa disposición, también la serie BX de Olympus y los DM de Leica. Pero el Axioskop es más estrecho. Su estrechez, que parecería ser un inconveniente de estabilidad no lo es, gracias, a su buena construcción. Las «patas» de goma tienen la elasticidad y firmeza suficiente para hacer del Axioskop un instrumento muy estable. Al mismo tiempo, al ser más estrecho nos deja mucho espacio libre en la mesa, y el acceso a la parte posterior es más fácil

Microscopio Zeiss axioskop 50
Vista frontal del Zeiss Axioskop 50

La parte frontal de la base es bastante estrecha. No hace falta más amplitud para dar cabida al espejo y al sistema del diafragma de campo. De esta manera tenemos mucho espacio en la mesa. Veamos una imagen posterior.

Vista posterior Zeiss Axioskop 50
Vista posterior del Zeiss Axioskop 50

Aquí destaca la «casa de la lámpara» de tamaño considerable. En ella se puede alojar hasta una lámpara de 100w, aunque para eso deberemos tener una fuente de alimentación externa. Con la fuente incorporada al microscopio, como se ve en la imagen, lo máximo permitido es una lámpara de 50w, suficiente para la mayoría de las técnicas. En este modelo podemos ver también el tren para la iluminación superior, en el que se puede instalar el mismo iluminador para una iluminación episcópica en campo claro o un iluminador para fluorescencia. También vemos el botón verde de encendido y el mando para la regulación del brillo.

Accesorios y otros elementos.

Iluminación incidente.

El microscopio admite gran variedad de configuraciones y se presenta de muy diversas formas. Un sistema básico sería un binocular, sin optovar e iluminación exclusivamente diascópica o transmitida. En el modelo de la imagen superior, vemos que está disponible para iluminación superior episcópica. Esto es una gran ventaja porque nos permite acceder a todas las técnicas que requieren ese tipo de fuente de luz. Para ese tipo de iluminación disponemos de un diafragma de campo centrable, además de un portafiltros en forma de deslizador (slider). Abajo podemos ver el despiece de los elementos que lo componen.

Como hemos dicho antes, el mismo iluminador que se utiliza para la técnica con luz transmitida se puede colocar para la luz incidente.

El Cabezal.

El cabezal puede ser básicamente binocular o trinocular. Dentro de los cabezales trinoculares tenemos varios tipos distintos. En este caso, en la primera foto vemos que el cabezal admite la salida de la imagen hacia los oculares, hacia el fototubo o en una proporción 30/70% entre oculares y fototubo respectivamente. Hay otro modelo más básico que sólo perite seleccionar entre oculares o fototubo.

La diferencia exterior entre los dos modelos es un mando con una bola negra en su extremo situado en el lado izquierdo del cabezal y un diagrama con las diferentes configuraciones en el modelo superior más configurable, mientras que el cabezal que sólo admite elegir entre oculares o fototubo es todo blanco.

El diámetro de inserción de los oculares es de 30mm y el tubo presenta en su parte superior una hendidura donde se encajan algunos modelos de ocular para que éste no gire. No todos los oculares tienen estas características, que se manifiestan por la presencia de un pequeño tornillo en el lateral del ocular y que encaja en la hendidura. Personalmente me resulta muy útil porque a veces utilizo un adaptador de ocular para fotografía con el teléfono móvil. Al no girar el ocular por el peso del teléfono, la imagen aparece centrada y en posición.

Optovar o Portafiltros de fluorescencia.

Zeiss inventó para sus microscopios de la serie Standard un sistema que tuvo mucho éxito: el Optovar. En los Axioskop, el sistema se conservó aunque con menos prestaciones. Básicamente se trata de un sistema óptico que permite aumentar la capacidad óptica del microscopio por 1,25x y 1,6x sobre los objetivos seleccionados. Así, con un objetivo de 100x y un ocular de 10x alcanzamos los 1000 aumentos. pero con el sistema Optovar llegamos hasta los 1250x incluso los 1600x. Evidentemente la capacidad de resolución no va a mejorar porque como es sabido ésta depende directamente de la apertura numérica del objetivo, pero en muchas ocasiones el Optovar es un gran recurso. Veamos unas imágenes del sistema.

Este Optovar de la fotografía tiene un agarre superior y por tanto se instala sin las características aletas que presentan algunos Axioskop, como el de la segunda fotografía de arriba, que sirven mayoritariamente para proteger del polvo. En esos casos el Optovar se desliza usando un agarre inferior.

En el lugar del Optovar y con las mismas dimensiones se puede insertar el portafiltros para fluorescencia de Zeiss, que en el Axioskop 50 aún no funciona con el sistema de cubos, sino de filtros y espejos independientes. Hasta cuatro posiciones presentan los portafiltros que se pueden configurar a voluntad.

Elementos de iluminación transmitida.

Después del iluminador del que ya hemos hablado existe un filtro y una lente colectora que dirige la luz hacia un espejo completamente cerrado que forma parte del diafragma de campo. Es muy compacto y fácil de sustituir.

Entre estos elementos existe un vidrio rozado o esmerilado cuya finalidad no es muy conocida. Está en el lado derecho de la base, junto a la perilla de enfoque. Se puede retirar o colocar en el camino de la luz con la ayuda de una llave allen de 3mm y sirve para la correcta configuración de la iluminación. Para ver el filamento de la lámpara.

El revólver portaobjetivos.

Suele tener una capacidad para seis objetivos. Es muy amplio y robusto y marca la diferencia con microscopios más modernos o de gama inferior. Bastante pesado, resulta muy fácil de montar y desmontar con sus ocho tornillos superiores, que lo fijan a su soporte y al estativo. Su funcionamiento es muy suave gracias a su amplísima pista de rodamiento a bolas, con unos «clicks» muy marcados en las posiciones de los objetivos.

El mando que se ve en la tercera fotografía, a la izquierda del revolver (en su posición normal estaría frente al microscopista) tiene que ver con el Optovar o el portafiltros de fluorescencia. Para extraer estos elementos hay que tirar hacia nosotros para liberar los accesorios que mencionamos.

Platinas y condensadores.

Existe bastante variedad de platinas con diferentes tamaños, con mandos a izquierda y derecha. Como curiosidad, decir que la mayoría de platinas de los microscopios de la series Standard encajan el Axioskop, al menos las más modernas de los modelos grises, que se sujetan con cuatro tornillos. Lo único es que tienen el mando coaxial XY algo más corto que las originales para el Axioskop. En anteriores imágenes podemos ver los típicos condensadores Zeiss de 0,9 NA con lente abatible, y aquí abajo un condensador para contraste de fases y campo oscuro en seco.

En posteriores entradas comentaremos los elementos ópticos y sus características, así como los ajustes que se deben hacer al microscopio para un funcionamiento óptimo y sacar así todas sus capacidades.

En resumen, el Zeiss Axioskop es un microscopio muy sólido y versátil. Con una mecánica sencilla y muy efectiva. No es un microscopio delicado que se desajustan con facilidad. Es muy fuerte y robusto y fácil de desmontar y de ajustar. Dispone de muchos accesorios a muy buen precio. Es de óptica corregida al infinito y con una calidad de imagen inmejorable.

Una muy buena elección.

Cómo comprar un microscopio profesional

Microscopio profesional usado

A la hora de comprar un microscopio para uso profesional nos asaltan muchas dudas, especialmente si estamos poco familiarizados con el manejo de estos aparatos. En realidad hay muy poca gente que conozca de primera mano el comportamiento de una gran variedad de equipos de marcas diferentes. Y aunque hay microscopistas profesionales experimentados, que pasan muchas horas frente a sus instrumentos, generalmente están siempre trabajando con el mismo equipo. Hablo de hospitales y centros de análisis principalmente.

Este post está dedicado a todos aquellos que buscan un microscopio de calidad profesional y no saben por dónde empezar. Cuando hablo de calidad profesional me refiero exactamente a eso, que no es una mera palabra que se utiliza para vender más. Es común ver en muchos anuncios la expresión «microscopio profesional» aplicada a equipos de cuatrocientos euros. Tenga usted claro que tal cosa es imposible.

El objetivo de microscopistas.com es precisamente proporcionar microscopios de categoría profesional a precios aceptables. Esto solo puede conseguirse en el segmento de los microscopios usados. Microscopios usados de calidad, fundamentalmente de las cuatro grandes marcas reconocidas por todos los especialistas y usuarios del mundo. Estas cuatro marcas son: Leica (Leitz), Zeiss, Olympus y Nikon.

No quiero decir que fuera de estas marcas no existan fabricantes competentes y equipos aceptables. Simplemente es que definitivamente los laboratorios de análisis, hospitales, universidades y centros de investigación casi no trabajan con otras marcas que no sean estas.

Estos equipos son muy caros, muchísimo. Estamos hablando de que sus precios comienzan a partir de dos mil euros en sus gamas más sencillas. Son los destinados a la educación en escuelas e institutos de secundaria. Hablo de los Zeiss PrimoStar, los Leica DM 500, Nikon Eclipse E100 o los Olympus CX. Estas gamas más bajas de las grandes marcas están fabricadas en China. Se espera de ellos una buena calidad, pero sus configuraciones son muy limitadas y la ampliación es tarea casi imposible. Tienen condensadores precentrados, y una iluminación suficiente para su propósito pero escasa para futuras ampliaciones que se tornan imposibles. Eso sí, su manejo es sencillo y correcto, aunque la calidad de sus materiales deja bastante que desear.

Por otra parte existe la opción de otras marcas fabricadas en China que han alcanzado cierto renombre. Sus precios son bastante más económicos y en el rango de precios de los dos mil euros tenemos equipos muy completos y ampliables. Hablo de marcas como Motic, Optika y similares. He probado algunos de estos microscopios y están bastante bien construidos. Son una opción a considerar y mucho más barata que las cuatro grandes marcas de microscopios premium.

Ahora bien, nada es comparable a un buen equipo de marca prestigiosa. Eso se nota ya solo al ver el instrumento. Generalmente los diseños de las casas de segunda categoría llevan años de retraso. Pero no sólo es el diseño, sino que la calidad de sus componentes marca una tremenda diferencia. El mayor peso y volumen de estos aparatos nos habla de la calidad de su construcción antes incluso de entrar a valorar sus características técnicas que marcan distancia. Y el tacto que tienen es suave pero firme y preciso a la vez.

Microscopistas.com nace, como he dicho antes, del deseo de proporcionar equipos de primerísimo nivel a unos precios asumibles. Especialmente orientado tanto hacia el profesional de la medicina o veterinaria que realiza sus propios análisis y pruebas como al aficionado que busca un microscopio de posibilidades prácticamente ilimitadas. Porque esta es una de las característica de los equipos que encontrará en nuestra tienda. Se trata de instrumentos que proceden de hospitales, laboratorios de análisis, centros veterinarios e instituciones similares. Son equipos que se han renovado porque las instituciones siempre tienden a buscar la mayor eficiencia y por eso adquieren aparatos más modernos, más automatizados, etc. Por lo tanto son equipos que han estado revisados y mantenidos a lo largo de su vida, y que ahora tienen una segunda oportunidad.

Los microscopios que ofrecemos en microscopistas.com son de calidad premium, como decimos y presentan estas características:

  • Su calidad constructiva es excelente. Los ajustes, la calidad de las piezas, el funcionamiento suave… no lo encontrará en marcas más económicas.
  • La óptica es de primer nivel. Campos amplios, recubrimiento en las lentes, planitud, correcciones a infinito y todo lo que puede esperar y desear.
  • La ergonomía ha sido muy estudiada en estos instrumentos, debido a que son herramientas profesionales de trabajo intensivo, pensados para ser usados durante largas jornadas de trabajo.
  • Se pueden ampliar a prácticamente todas las técnicas de contraste. Principalmente porque poseen una buena fuente de iluminación y los accesorios para ello están disponibles a precios económicos. Así pues podemos escalar desde el campo claro al contraste de fases, campo oscuro, polarización, a la fluorescencia e incluso al Contraste de Interferencia Diferencial (DIC).
  • Disponen de multitud de accesorios para todas las necesidades que se puedan presentar, pues estas marcas han llevado siempre una competencia por la innovación y el desarrollo y han cubierto todas las necesidades de clientes de todo tipo.

Así pues, desde microscopistas.com creemos que el mayor acierto a la hora de adquirir un microscopio para uso profesional cuando el presupuesto es limitado, es comprar un microscopio usado de una de las cuatro marcas premium: Leica, Olympus, Nikon y Zeiss.

Estos microscopios no le van a defraudar, nunca se van a quedar cortos, no va a tener problemas para encontrar accesorios. Es cierto que algunos ya no se fabrican, pero su uso ha estado tan extendido en todo el mundo durante tantos años, que no es difícil encontrar piezas de recambio, o accesorios para una ampliación. En microscopistas.com también ofrecemos el servicio de suministro de piezas y accesorios para los más importantes microscopios, así como el de asesoramiento sin compromiso.

Los microscopios usados para uso profesional que recomendamos pueden encontrarse entre estos ejemplos:

  • Leica DMLB, DM2000, Leitz Aristoplan, Orthoplan, etc.
  • Zeiss Serie Axioskop, Axiovert, AxioScope…
  • Nikon Eclipse 400, 600, 50i,55i, etc.
  • Olympus series BX, el más antiguo BH-2, etc

Hay bastantes microscopios de estas características, pero cualquiera de los arriba mencionados se adaptará perfectamente a sus necesidades si usted es un usuario profesional. Y no digamos si es para un uso aficionado, pues muchos de estos microscopios que han trabajado durante años en el mundo profesional, terminan sus días en la mesa de un aficionado a la microscopía, a la micología, a la mineralogía, etc. Para muchos de estos aficionados, estos equipos han sido objeto de deseo durante años, y ahora tienen la oportunidad de poder disfrutar de uno de estos microscopios profesionales usados a precios asequibles.

Para terminar, sólo decir que estos aparatos cuando eran nuevos costaban muchos miles de euros y sólo eran accesibles para las instituciones gubernamentales o centros médicos de investigación o análisis que manejan grandes presupuestos. Algunos de estos equipos pueden hoy ser suyos por una parte muy pequeña de su precio original. Y recuerde que un microscopio bien mantenido tiene una vida útil ilimitada.

Puedes ampliar información escribiendo a este formulario de contacto.

    Comparando objetivo Zeiss delaminado

    Es conocida la fama de los antiguos objetivos Zeiss a sufrir delaminación. En muchos microscopios se observa este problema. A pesar de eso, la marca sigue siendo considerada una de las grandes. Sobre eso hablaremos en otra ocasión.

    Ahora vamos a hacer una comparativa entre tres objetivos 10x. Se trata de un Nikon, procedente de un Labophot de los años 80, un objetivo barato BMS de fabricación china y un Zeiss Neofluar procedente de un Zeiss Photomicroscope de finales de los años 50 o principios de los 60.

    La prueba se ha hecho en el Nikon Labophot, con la misma iluminación para los tres casos, la misma altura de condensador y apertura de diafragma, etc. Todo igual. Se han colocado los tres objetivos en el revólver y se han ido haciendo las fotos con un teléfono iPhone SE y el adaptador Magnifi, de ArcturusLabs, sin retocar. Se ha hecho zoom al máximo en el teléfono (6x). La foto es sobre un portaobjetos de calibración de la marca Optica, de los que vienen con sus cámaras de la serie Optikam.

    El motivo de la prueba es comprobar si la delaminación y suciedad en un objetivo antiguo lo hacen inservible. En éste caso el objetivo es irrecuperable. Se ha desmontado y se ha intentado limpiar, pero a ver que el defecto no era suciedad sino delaminación se ha vuelto a montar de forma rápida y sin limpiar. El aspecto del objetivo se muestra en la fotografía de abajo. Bastante deteriorado.

    Vista de la óptica del objetivo Zeiss Neofluar sucio y delaminado.

    Y aquí vemos los tres objetivos sobre los que se ha hecho la prueba.

    De izquierda a derecha. Objetivo Nikon CF acromático, BMS Semiplano y Carl Zeiss Neofluar.
    Características de los objetivos (la N.A, del Zeiss es 0,30).

    Y las tres fotografías de la prueba.

    Nikon CF 10x acromático.
    BMS 10x acromático semiplano.
    Carl Zeiss 10x Neofluar sucio y delaminado.
    Carl Zeiss Neofluar sucio y delaminado 2.

    Como he dicho antes, las fotos se han hecho con un teléfono móvil acoplado al ocular con el adaptador Magnifi, de ArcturusLabs. En un teléfono iPhone SE con una cámara que tiene una resolución de 12 MPx. Se ha hecho zoom digital al máximo (6x) y se ha bloqueado el auto focus (AF) para enfocar exclusivamente con el microscopio, buscando el mejor enfoque posible. Sin retocar en nada. Sólo se ha añadido la leyenda con el editor del propio teléfono, para marcar las imágenes. Cada división de la muestra corresponde a 0,01 mm.

    Los resultados son bastante claros. Parece que la primera fotografía tomada con el objetivo Nikon CF del Labophot está bastante más contrastada que las otras. Aunque el color del fondo es menos luminoso, las lineas negras tienen el mismo tono que las letras negras que se han escrito encima, y los bordes están más nítidos.

    La segunda fotografía con el objetivo BMS 10x Semiplan no está nada mal para tratarse de un objetivo económico. Ese objetivo está en un microscopio BMS EduLed que cuesta unos 300 euros y que que funciona bastante bien. Esta limpio, es nuevo, es barato… es correcto. Muy bueno para empezar.

    Las dos últimas fotos corresponden al objetivo Carl Zeiss Neofluar, un objetivo antiguo de alta calidad. Antes hemos visto que la óptica está delaminada y bastante sucia. Ahora vemos en las imágenes que no es un problema tan grave. Es cierto que no tenemos el mismo contraste que en el Nikon. Si nos fijamos veremos que el color negro de las letras en bastante más negro que el de las lineas de la muestra. Además, estas lineas se ven menos definidas que en el Nikon, incluso peor que en el BMS. Aun así, el objetivo es perfectamente utilizable. He hecho dos fotos para confirmar que no es un problema de enfoque.

    Por lo tanto, sacad vuestras propias conclusiones. Los objetivos sucios y delaminados, a menudo ofrecen imágenes bastante aceptables. Y muchas veces si algo funciona, no merece la pena tocarlo para intentar limpiarlo o repararlo.

    Haremos más comparativas proximamente.

    ¡Hasta pronto microscopistas!

    Wild M420 Apozoom

    Vamos a ver en detalle este microscopio y sus características. Se trata del Wild M420 Apozoom. Más que un microscopio, a primera vista parece una lupa binocular o estereoscopio, pero eso sólo es a primera vista. Los estereoscopios, como su nombre indica, nos proporcionan una visión estereoscópica, lo que permite ver el objeto en tres dimensiones. Para ello, el instrumento debe imitar la función visual natural del ser humano, que es ver el objeto desde dos puntos de vista diferentes, uno por cada ojo. Luego el cerebro construye sobre esos datos una imagen tridimensional. Esto no ocurre con los microscopios binoculares, pues aunque la visión se realiza con los dos ojos, al haber un solo objetivo, las imágenes que se reproducen en las dos retinas son idénticas y por lo tanto la visión no puede ser realmente tridimensional. Así ocurre igualmente con el M420 al poseer un sólo objetivo. Sin embargo lejos de ser una contrariedad, esta característica tiene sus ventajas.

    La primera y más importante se refiere a la documentación fotográfica. Lo que se ve por cada uno de los oculares y lo que sale por el tubo fotográfico es la misma imagen, idéntica. También, en el ámbito científico e industrial es muy importante la medición exacta de los objetos. Para ello, el M420 está especialmente indicado sobre las lupas binoculares, pues en ellas, se puede dar el caso de ver por un ocular y fotografiar o medir por el otro, siendo así que la imagen puede no ser la misma. Vamos pues a realizar esta modesta revisión del microscopio, o «macroscopio» como viene escrito en el cabezal.

    La construcción física.

    A primera vista, la apariencia del Wild M420 se ve muy sólida. Existen varias configuraciones del instrumento, con diferentes bases y brazos. Esta unidad es de las más sólidas que existen. La base, con unas medidas de 350x530mm, es realmente sólida, con un peso de 16 Kg. El macroscopio completo pesa 26Kg. Necesita una mesa fuerte. Los tornillos que sujetan la columna principal a la base son tres, de métrica 8 y cabeza allen. En pocos microscopios se ven tornillos de esas medidas. Además, la columna principal se puede posicionar en tres lugares diferentes de la base, para ajustarnos a la configuración más conveniente.

    La mecánica.

    Una parte muy importante en cualquier microscopio o aparato óptico en general es la mecánica. Las lentes son elementos que necesitan enfocarse, moverse en el espacio para producir imágenes claras. Así mismo, deben poder recorrerse campos más o menos amplios de los especímenes observados. Las maniobras deben ser precisas y suaves al tiempo que confiables y sólidas. El microscopio debe poder manejarse con comodidad, firmeza y sin temor a romperlo.

    Todo esto lo cumple a la perfección el Wild M420. Sin temor a equivocarnos podemos calificar este macroscopio como un «tanque». Para que veáis el recorrido del objetivo sobre un amplio campo de trabajo nada mejor que un vídeo en el que se pueda apreciar el movimiento del equipo. Con sólo aflojar dos palomillas con la mano, se libera todo el conjunto del cabezal, y podemos recorrer la base para situarnos encima de la parte del objeto que queremos observar.

    Sólido como una roca, el M420 es al mismo tiempo muy versátil.

    El enfoque grueso y fino funciona muy bien. Es cierto que acostumbrado a los microscopios en los que se mueve una platina de 300 gramos, aquí hay alguna diferencia. No podemos olvidar que el cabezal del M420, completo, con el objetivo Apozoom pesa 4,7 Kg, y esa masa es la que debemos subir y bajar con los mandos de enfoque. Pero la solución mecánica de Wild funciona muy bien. Tanto con el enfoque grueso como con el fino es muy fácil y cómodo subir y bajar sin esfuerzo. Más fácil bajar que subir, por razones evidentes. De hecho, es perfectamente posible subir el cabezal grandes distancias utilizando el enfoque fino, pero no parece lo más recomendable. Si queremos cuidar nuestro equipo y que nos dure muchos años sin problemas, lo más adecuado sería subir con el enfoque grueso y después manejar el fino para las distancias cortas. Otra vez aquí la imagen vale más que mil palabras.

    El enfoque grueso y su funcionamiento.
    Enfoque grueso y enfoque fino, la mejor combinación.

    La calidad mecánica del macroscopio queda manifiesta en muchos aspectos. Uno de ellos: que aunque en su recorrido hacia abajo va más suave que hacia arriba (cosas de la ley de la gravedad), en ningún momento el cabezal se cae o descuelga hacia abajo una vez enfocado, ni aunque ejerzamos presión con las manos sobre él. Lo que es natural si pensamos que está destinado a añadir el peso de una cámara a sus ya casi cinco kilos.

    Vemos un detalle del eje dentado, que se mantiene perfectamente a pesar de los años transcurridos. También se ven las guías con los rodillos. Todo ello para un funcionamiento sólido y preciso al mismo tiempo.
    Sobre esta rueda dentada, que en realidad es el mismo eje de los mandos, recae todo el peso de los casi cinco Kg del cabezal. Quizá el punto débil de la construcción del microscopio si no se trata con cuidado, según he visto en algún foro. Por suerte, esta unidad ha estado y está en buenas manos.

    Sobre la parte mecánica, poco queda ya que decir, dada la modestia de esta revisión. Las sensaciones son muy buenas y se nota que está muy bien construido, como se hacían las cosas antes: para durar.

    La óptica.

    Aquí ya habría muchísimo que decir, y muchas cosas que escapan al propósito de esta sencilla revisión. Creo que el objetivo Apozoom con el que está equipada esta unidad es de lo mejor que en óptica se ha construido nunca para estos propósitos. El funcionamiento es una delicia. Cuando enfocas un especimen y vas incrementando los aumentos, apenas tienes que enfocar nada. Tus ojos se van acomodando sin darte cuenta a la nueva distancia y es una gozada. Acostumbrado a cambiar de aumentos con el cambio de objetivo, esto es otra cosa.

    Funcionamiento del Apozoom.

    La fotografía macro no es mi especialidad, ni mucho menos, así que he realizado unas fotos sobre algunos objetos a fin de que os hagáis una idea de lo que se ve a través del ocular. Y digo a través del ocular, porque he utilizado para las fotos un adaptador para el teléfono móvil. Concretamente el teléfono Iphone SE y el adaptador Magnifi, de ActurusLab. Como uso y tengo varios micros, con este adaptador me arreglo para tomar imágenes con calidad decente y las puedo subir a Youtube o compartir sin salir del teléfono. Es muy práctico, aunque claro, no se alcanza la calidad que alcanzaría con una cámara réflex acoplada.

    El adaptador utilizado, universal y de fácil configuración.

    Por otra parte, las imágenes no están tratadas de ninguna manera, aunque habrían quedado mucho mejor si se hubieran apilado o retocado. Así que tener en cuenta que las imágenes están tomadas tal cual, desde el ocular del macroscopio. Y ni siquiera desde el ocular del Wild, porque en el adaptador del teléfono tengo ya instalado un ocular 10x universal. Así que el método es, retirar el ocular de cualquier microscopio e insertar el ocular del adaptador. Si es de 23mm directamente y si de 30, con un adaptador. Vamos allá.

    El macroscopio dispone de un diafragma que podéis ver en la foto.

    Mando del diafragma del Wild M420
    Se puede abrir o cerrar a voluntad, pero tiene tres posiciones predeterminadas en las que situarse mediante un «click».

    Como en todos los microscopios y cámaras, la apertura del diafragma determina la profundidad de campo así como la resolución y la luz. Veamos tres imágenes sobre la punta de una aguja de coser al máximo aumento.

    Uno puede ir abriendo el diafragma cuanto quiera, pero hay unas posiciones en las que la rueda queda fijada, aunque se puede dejar en cualquier posición, sean estas u otras.

    Veamos otras imágenes, en este caso de una moneda de cinco céntimos de euro, en la que está acuñada la fachada de la catedral de Santiago de Compostela. Aumento menor, medio y máximo.

    Y también unos granos de azúcar sobre fondo negro. Estas fotos quedarían muchísimo mejor tratadas con algún programa de apilamiento, claro.

    Granos de azúcar.

    Aunque la resolución de la cámara del teléfono no es mala, al haberse actuado sobre el zoom digital para evitar el viñeteado y haber poca luz, el resultado es lo que ha salido. Hay bastante ruido, aunque no está mal, dadas las circunstancias. La configuración para realizar las fotografías es la que se ve a continuación:

    Así se han tomado las fotografías.

    Para fotografías de calidad, debería acoplarse un adaptador al macroscopio y utilizar una cámara réflex. Por cierto, el macroscopio no dispone de mando para enviar la luz al puerto de la cámara o a los oculares. El mando que tiene, lo que hace es que evita que la luz que puede entrar por los oculares pase al tubo fotográfico, evitando así contaminar la imagen con reflejos inapropiados. Aún así, se puede seguir observando por los oculares cuando se obtura.

    Este mando, cuando está en esta posición evita que la luz que entra por los oculares llegue al fototubo.

    Y esta es la breve reseña que me ha parecido oportuno hacer sobre este macroscopio Wild M420 Apozoom. Existe otro equipo dotado con un objetivo Makrozoom, que es de calidad inferior, aunque también debe funcionar muy bien. Pongo aquí un enlace interesante en el cual Enrico Savazzi nos ofrece muchos y muy certeros datos.

    En fin, lo dicho, las características fundamentales a destacar son: calidad y robustez. Es un equipo para durar «toda la vida».

    Un saludo microscopistas.

    Reparación condensador LOMO OI-14

    Entre los muchos e interesantes accesorios que presenta la gama Biolam de LOMO está el condensador de iluminación oblicua OI-14 (ОИ-14 en cirílico).

    Como dice su manual, el condensador aplanático OI-14 está diseñado para la iluminación directa y oblicua en microscopios del serie Biolam o cualquier otro con un diámetro de 37mm. Presenta las siguientes características:

    • Apertura del condensador: 1.4 con dos lentes, 0,3 con una lente.
    • Límites movimiento iluminación oblicua: +/- 10mm.
    • Límites de ángulo de rotación 150 grados.

    El condensador consta de dos partes, una de ellas es un sistema mecánico que permite que el diafragma se desplace del eje luminoso del microscopio ofreciendo así una iluminación oblicua. El segundo elemento es el óptico. Este consta de un marco roscado sobre el que se pueden atornillar las lentes para apertura de 1.4 o la lente para apertura de 0,3. Para aumentos de 10x y superior utilizaremos la apertura de 1,4 y para aumentos inferiores a 10x colocaremos la lente de 0,3. El diafragma dispone también de portafiltros.

    Es común en estos condensadores que no han sido utilizados durante años, que la grasa se reseque e impida el movimiento. Para solucionarlo debemos desmontar las partes mecánicas, limpiar y engrasar de nuevo, como se hace con las otras partes del microscopio. El proceso no presenta mayores complicaciones.

    Retiramos estos dos tornillos para liberar el piñón de la cremallera.
    Al retirar estos otros dos tornillos ya podemos separar las partes mecánicas que forman el condensador.
    Con las partes separadas ya podemos limpiar, engrasar y volver a montar de nuevo.

    Este problema de la grasa es común a todos los componentes de la marca LOMO, al menos a los microscopios de la serie Biolam, y la solución es siempre la misma, como ya vimos en esta otra entrada: desmontar con cuidado, limpiar, engrasar y volver a montar.

    Pero ademas, los condensadores LOMO pueden presentar otro problema que tiene su origen en una falla de diseño o de procedimiento de montaje, pues tanto en el condensador para contraste de fase KF-4 ( КФ-4) como en este mismo OI-14 es bastante habitual que la lente exterior superior se despegue, cayendo hacia abajo, quedando apoyada en la lente inferior y totalmente descentrada, por lo que es indispensable la corrección de esta anomalía. Veámoslo.

    Vemos como la lente superior del sistema de lentes para apertura 1,4 se ha despegado y ha caído, quedando apoyada en la lente inferior del dispositivo.

    Procedemos a desmontar la arandela roscada que sujeta la lente de mayor tamaño y que sí ajusta mecánicamente al casquillo. Para ello nos podemos ayudar de unas tijeras o elemento similar que tengamos a mano, pero hay que tener en cuenta que debemos hacer una fuerza moderada y siempre sobre las dos ranuras que presenta la fijación roscada. Nunca ejercer presión empujando sobre una sola ranura con un destornillador, pues podríamos deformarla o dañarla.

    Con ayuda de unas tijeras podemos desenroscar todo el sistema óptico. Debemos actuar sobre las ranuras sin forzar.

    Después ya podemos separar todos los elementos que componen el sistema óptico que son los que se ven en la fotografía de abajo.

    En la parte superior vemos las partes que componen el sistema óptico de apertura 1,4 del condensador OI-14.

    De izquierda a derecha vemos el casquillo que soporta todo el conjunto, el casquillo cónico donde va alojada y pegada la lente de diámetro menor que está despegada, luego vemos la lente inferior y por último la rosca que fija todo el conjunto (excepto la lente pequeña que va pegada y se ha despegado).

    Primero debemos limpiar bien el asiento de la lente para que quede libre de residuos y el apoyo sea uniforme. He utilizado para ello acetona y aguarrás sintético. Principalmente porque no habían superficies pintadas que pudieran deteriorarse con los productos químicos y además no está a la vista. procedemos con un palito con algodones.

    Hay que limpiar bien la parte donde asienta la lente, aunque todo el pegamento original oscuro es casi imposible de retirar,

    Pueden haber varias maneras de pegar la lente, con varios adhesivos. En principio he usado un pegamento de contacto para fijar la lente a su carcasa y luego he añadido por la parte posterior una cantidad generosa de esmalte de uñas transparente para conseguir un buen sellado. Esto es necesario si se pretende utilizar alguna vez el condensador con aceite de inmersión y no queremos que éste termine entrando al interior. Por otra parte, el esmalte de uñas puede ser fácilmente retirado con acetona en caso de necesidad.

    La lente pegada y sellada en su asiento con esmalte de uñas. Se deja secar 24 horas.

    Pasado este tiempo ya podemos volver a montar todo el dispositivo en sentido inverso, lo que es muy fácil, y en principio tendremos resuelto el problema. Nuestro condensador listo para trabajar y proporcionarnos muy buenos momentos de interesantes observaciones en iluminación directa y oblicua.

    Condensador OI-14 listo para trabajar con apertura hasta 1,4.
    Condensador OI-14 con la configuración para apertura de 0,3.

    Por cierto, en el manual del condensador OI-14 se dice que es conveniente la utilización del mismo con el iluminador OI-19 del que ya hablamos en una entrada anterior.

    ¡Hasta pronto microscopistas!

    Iluminador exterior de alta intensidad LOMO OI-19 (ЛОМО ОИ-19)

    Iluminador LOMO OI-19

    En la entrada de hoy vamos a analizar en detalle el funcionamiento y las prestaciones del iluminador OI-19 (Осветитель ОИ-19 en cirílico). Se trata de un iluminador exterior de alta intensidad que se utiliza con los microscopios LOMO (o de cualquier otra marca) que disponen de un espejo.

    Hasta que fue norma habitual en los microscopios la inclusión del sistema de iluminación artificial en la base, formando parte del equipo, los aparatos constaban sólo de un espejo que servía para la iluminación de la muestra, bien con la luz del día o mediante iluminadores exteriores como es el caso del OI-19. En las instrucciones del LOMO Biolam se indica que si se usa la luz del día, el espejo no debe orientarse jamás al sol directamente para evitar lesiones en la retina. Se recomienda utilizar el microscopio frente a una ventana orientada al norte. Los espejos de los microscopios suelen tener dos caras diferentes, una plana y la otra cóncava. Esta última se reserva para los objetivos de bajos aumentos, en los que el condensador es irrelevante o perjudicial. Pero la luz natural no siempre está disponible, por lo que es necesario dotar a los equipos de iluminadores artificiales. LOMO tiene varios modelos, que se agrupan en dos grandes grupos atendiendo a su colocación respecto al microscopio. Una familia de iluminadores se colocan en la base, en la mayoría de los casos acoplan en el hueco circular que ésta contiene, después de retirar el espejo. Entre estos está el sencillo OI-32, que no dispone de regulación ni diafragma de campo, o el más complicado OI-35, que cuenta con todas las prestaciones de la iluminación según Kohler. Otra gama de iluminadores LOMO es totalmente exterior al microscopio y por ello sirve para equipos de cualquier marca. Entre estos tenemos el OI-19 del que nos ocupamos ahora y que también permite dicha iluminación. He leído sin embargo en algún artículo que este iluminador no permite el centrado del filamento, lo que a mi modo de ver no se ajusta a la realidad, pues cuando tenemos dicho filamento enfocado nítidamente, vemos que nos es posible su centrado mediante el movimiento del cilindro-portalámparas, con lo que a mi juicio la configuración Kohler es total. Vamos a verlo en detalle.

    El iluminador.

    El instrumento que nos ocupa es un ingenioso y sencillo sistema que, como decimos, permite la iluminación de Kohler al disponer de todos los elementos necesarios: Una lámpara con un filamento centrable, una lente colectora de la luz proyectada por esa lámpara, un diafragma de campo y un portafiltros. Además, el iluminador se puede orientar en todos sus ejes lo que llegado el caso nos permitirá experimentar con interesantes configuraciones.

    Los componentes del iluminador OI-19 son:

    • Un transformador-reductor 225/9v- 25w, con accionamiento de encendido y regulador de tensión (brillo de la lámpara). Este transformador se suministra de origen con una clavija que no cumple la reglamentación actual, por lo que se recomienda su sustitución.
    • La base y columna a la que se sujeta el iluminador, de sólida construcción metálica.
    • El iluminador propiamente dicho, que consiste en un cilindro con agujeros para la refrigeración, en el interior del cual se disponen los elementos necesarios. El iluminador se conecta a su fuente de alimentación (transformador) mediante una clavija con los dos bornes de diferente grosor (sólo admite una posición).
    • Un filtro azul, para evitar el tono amarillento propio de la iluminación incandescente así como otro filtro esmerilado, por si deseamos difuminar el filamento en determinadas circunstancias.
    • Lámparas de repuesto de 8v 20w.
    Conjunto del iluminador OI-19

    Libro de características e instrucciones del iluminador. En él se dice que la lámpara es de 8v 20w. En las características del transformador nos dice que suministra 25w a 9v de tensión máxima. En consecuencia, con el regulador al máximo la lámpara trabajará un 12% por encima de su tensión nominal.

    Transformador iluminador OI-19

    Configuración y funcionamiento del iluminador OI-19

    Para un funcionamiento correcto del sistema, según las instrucciones, colocaremos el iluminador a una distancia de 12,5 cm del espejo (aproximadamente), y procederemos de la siguiente forma:

    La distancia al espejo debe ser 12,5 cm según el manual. La inclinación puede variar dependiendo del condensador. Por ejemplo, al utilizar el de fase, hay que bajar para que no haga sombra.

    Ajustamos a groso modo el iluminador y el espejo, de manera que entre la mayor cantidad de luz en el sistema óptico del microscopio. Por supuesto no hace falta utilizar el brillo máximo y hay que tener siempre cuidado con los deslumbramientos.

    Una vez hecho esto, debemos centrar todo el sistema filamento – diafragma de campo – condensador. Para ello pondremos sobre la pletina una preparación enfocada y después cerraremos el diafragma de campo (del iluminador) hasta conseguir una imagen nítida del polígono que forman sus lamas. Esto se consigue jugando con la altura del condensador y enfoque.

    En las imágenes superiores vemos el diafragma de campo del iluminador.

    El diafragma de campo con los bordes mas o menos nítidos. Se centra y a continuación se abre hasta que sus bordes salgan levemente del campo de visión.

    Cuando tenemos la imagen del polígono nítida, la situamos en el centro del campo de visión. Lo haremos moviendo el iluminador o el espejo. Cuando nos parezca que está centrada, vamos abriendo el diafragma de campo hasta que ese polígono coincida con los bordes del campo visual. Confirmamos o ajustamos. Entonces el iluminador está centrado.

    Posteriormente, para lograr una buena iluminación Kohler, enfocamos con el enfoque del microscopio hasta obtener una imagen nítida del filamento de la lámpara. Si éste no está en el centro de la imagen, procederemos a centrarlo (solo el filamento, ya no tocamos el iluminador en su conjunto). Para ello giramos la parte posterior del iluminador, que contiene la bombilla, y veremos como se mueve el filamento, nítidamente enfocado, a través el campo de visión. Lo situamos en el centro.

    Girando en uno u otro sentido podemos centrar e filamento del iluminador.
    El filamento debe estar enfocado en el centro del campo.

    Ahora, al modificar la altura del condensador, el filamento de la lámpara desaparece, y tras abrir el diafragma de campo (en el iluminador) hasta que sus bordes desaparezcan levemente de nuestro campo de visión, nos queda una iluminación Kohler clara, limpia y totalmente uniforme. El cono de luz que emana del iluminador, así configurado, se ajusta exactamente a las necesidades del objetivo. Esta acción hay que repetirla con cada objetivo, especialmente si queremos documentar fotográficamente nuestras observaciones, porque así de esta manera conseguimos un fondo iluminado uniformemente. Una vez configurado el iluminador para un determinado objetivo, podemos ajustar la intensidad de la iluminación mediante la rueda en el transformador y colocar o retirar filtros. Por supuesto, podremos ajustar el condensador a nuestra conveniencia para lograr el compromiso adecuado entre resolución y profundidad de campo, según convenga. He dicho antes que por el hecho de ser un iluminador exterior nos están permitidos ciertos movimientos que pueden producir efectos interesantes. Esto es cierto, aunque en el momento en que desplazamos el iluminador, la configuración óptima se pierde y en ese caso los resultados obtenidos son producto de una iluminación «deficiente», lo que no significa que no puedan ser muy interesantes. Hay que decir, sin embargo, que para efectos de iluminación oblicua, LOMO dispone de un condensador especial, el OI-14, del que hablaremos en alguna entrada próxima.

    Todos estos ajustes, pueden parecer laboriosos, pero es conveniente estar familiarizado con ellos en estos microscopios más antiguos para sacarles sus prestaciones óptimas. En estos equipos, si no se hacen las cosas bien, los resultados pueden ser decepcionantes. Uno puede llegar a preguntarse cómo es posible que se llamen microscopios de trabajo o rutina a unos equipos que producen un campo con iluminación desigual, con una resolución horrible y aberraciones manifiestas. Si te pasa eso alguna vez, antes de culpar al instrumento, piensa si quizá no lo estás haciendo del todo bien.

    Además estos ajustes son muy entretenidos y nos permiten comprender de forma práctica aspectos esenciales de la técnica microscópica.

    ¡Hasta pronto microscopistas!

    Restauración de un LOMO Biolam.

    Microscopio Lomo Biolam

    Como decía en una anterior entrada del blog, los microscopios LOMO supusieron la posibilidad de acceso para muchos aficionados a unos equipos de calidad óptica más que aceptable a precios muy competitivos. Aún hoy en día (2019) se pueden encontrar equipos en ebay o páginas similares en muy buen estado. Pero sin duda lo más interesante es que existen en almacenaje, en Rusia mayoritariamente, aparatos completamente nuevos. Cuando uno se plantea la compra de un microscopio para iniciarse en este mundo, no debería descartar la posibilidad de adquirir uno de estos LOMO Biolam que seguro le va a proporcionar muchísimas horas de entretenimiento. Las posibilidades de configuración son muchas, así como los accesorios disponibles para casi todas las técnicas de observación. Resultan muy interesantes también para aprender, pues tienen todo lo que podemos esperar en microscopios de mucho mayor precio, pero todo un poco mas… «rudimentario», como más «primitivo», lo que obliga a fijarse más en lo que uno hace para conseguir unos buenos resultados, que si las cosas se hacen bien, sin duda se consiguen.

    En principio es conveniente la compra de un equipo de segunda mano a uno «nuevo», pues la mayoría de los microscopios LOMO que han estado sin utilizar durante años están inservibles debido a la grasa solidificada que arruina el movimiento de los engranajes. Pero todos aquellos aficionados a los que les gusta el mantenimiento y bricolaje pasarán muy buenos ratos con la restauración y puesta a punto de uno de estos microscopios. Y no sólo por el tiempo que dure ésta etapa, sino porque después tendrán entre las manos algo un poco más «suyo» que un aparato comprado tal cual. Para los que sean un poco más escépticos respecto a sus habilidades manuales va dirigida esta pequeña guía que espero les sirva de utilidad. A continuación vamos a ver el ejemplo de un LOMO Biolam R-17 y su restauración para devolverlo a la vida útil.

    El microscopio.

    Se trata de un microscopio LOMO Biolam R-17 fabricado en 1984 en la planta de San Petersburgo. El estativo es el común a todos los modelos Biolam. En este caso, el enfoque fino se logra girando el disco negro que se encuentra en la base. El cabezal es binocular AU-12 con ajuste de dioptrías en el tubo izquierdo. La platina circular, centrable y giratoria, con movimiento mecanizado. Debajo de ésta se encuentra el condensador, que es el interesante OI-14, condensador que sirve para iluminación oblicua. La iluminación es mediante espejo que en sí mismo no es muy efectivo, pero que en mi caso lo utilizo en combinación con el OI-19, un iluminador exterior de alta intensidad que permite la iluminación Kohler y que veremos en otra entrada. Viene con oculares compensados de 5x, 7x, 10x, 15x y 20x y objetivos apocromáticos de 9x, 20x, 40x y otro acromático de inmersión en aceite de 90x.

    El microscopio se compró en ebay y en su estado se indicaba «para desgüace o que no funciona». Efectivamente se detallaba que ni el enfoque grueso ni el fino funcionaban, así como tampoco se podía ajustar la altura del condensador. También los movimientos de la platina resultaban imposibles por estar totalmente atascada. En esas condiciones mecánicas un microscopio es inservible. Sin embargo también se decía que la óptica era limpia y clara. Además se incluyeron, seguramente para compensar, otros objetivos interesantes de inmersión en agua de 40x, otro de 60x de inmersión en aceite con diafragma iris, y otros planos de aumentos menores. Filtros azul, amarillo, esmerilado, y algunos accesorios, como llaves varias y un tubo extensible monocular para poder usar objetivos con diferentes distancias de tubo. Valía la pena hacerse con él, pues el entretenimiento estaba asegurado por una temporada.

    El proceso.

    Lo primero fue retirar la platina del microscopio y dedicarme a ella, separadamente. Es un elemento totalmente metálico, o al menos eso creía yo al principio, pero en realidad no es así. Las cremalleras que engranan con los piñones son de plástico, y con eso hay que tener cuidado. En general, no se puede forzar nada cuando un piñón está engranado con su cremallera. Esto sirve para todo el microscopio y las soluciones para desengranar los piñones de las cremalleras dependen de la parte de que se trate. En el caso de la platina, hay que desmontar una aleta lateral para quitar el piñón y poder deslizar las colas de milano, separando las partes para así poder limpiar y engrasar de nuevo.

    Platina lomo Biolam
    Retirando estos dos tornillos podremos quitar la aleta y desengranar el piñón de la cremallera.
    Platina Lomo Biolam
    Esta es la pieza que tenemos que quitar para liberar el piñón.

    Cuando el piñón está liberado ya podemos deslizar la parte móvil de la fija sin temor a romper la cremallera de plástico. Entonces tenemos que sujetar fuertemente la platina en un tornillo de banco, ayudándonos de un trapo o cartón para que no se raye el esmalte negro y golpear fuerte hasta que se separen las partes, con un martillo, preferiblemente de los que tienen la cabeza de plástico. La grasa está muy endurecida y aquí la superficie de las colas de milano es mucha, con lo que está realmente duro.

    Los otros elementos de la platina estaban en buenas condiciones, así que sin más pasamos a desmontar el resto del microscopio.

    Desmontando el estativo.

    Para retirar toda la columna y poder trabajar sobre los engranajes del ajuste macrométrico y del condensador, debemos separarla de la base. No olvidemos que en el LOMO Biolam, cuando hacemos el ajuste macrométrico de la muestra, estamos trabajando sobre la columna, acercando o alejando todo el sistema óptico de una platina que permanece estática. Así pues procederemos a retirar la base dando la vuelta al microscopio para acceder a los tornillos (por supuesto, antes de todo esto tenemos que retirar todos los elementos ópticos como oculares, objetivos, condensador, espejo y todo aquello que se pueda caer o estropear con los movimientos). Vamos allá.

    Primero retiramos la plancha metálica que protege la base.

    El pequeño tornillo del medio no es necesario retirarlo, pues se trata de un simple tope para el disco del ajuste fino del Biolam.

    Cuando hayamos quitado la plancha, veremos que a través de los agujeros que se encuentran en el disco, podemos acceder a los tornillos más gruesos que son los que sujetan la columna y todo el peso del microscopio a su base. Los desatornillamos y separamos la base. Era necesario hacer esto porque los mecanismos del enfoque macrométrico y de altura del condensador que están atascados van a tener que salir hacia abajo

    Después retiramos los tornillos que sujetan la base a la columna.
    Ya tenemos toda la columna separada de la base del Biolam.

    Ahora vamos a intentar separar primero la columna respecto al ajuste macrométrico. En este caso, el movimiento era difícil y resultaba muy duro, pero había movimiento. Entonces al intentar girar los mandos vemos que se desplaza con dificultad hasta que hace tope con la plancha donde está la marca, modelo y número de serie del Biolam, así que tenemos que retirarla.

    La pequeña plancha donde están grabadas las características del microscopio hace de tope. Debemos retirarla.

    La cremallera del ajuste macrométrico que sujeta la columna y todo el peso del microscopio es metálica, por lo que podemos aplicar un poco de fuerza sin temor a romper nada. Ya tenemos las piezas separadas y podemos empezar a trabajar en la parte del ajuste fino.

    Ahora ya sale sin demasiada dificultad la columna del microscopio respecto a la pieza que sujeta el condensador y la platina
    Poco a poco vamos desmontando el Biolam, entendiendo su mecanismo, sencillo e ingenioso.

    Este sistema de ajuste fino del enfoque en el Biolam funciona, como hemos visto, mediante un disco situado en la base. Observamos y no vemos ningún engranaje de piñón y cremallera, por lo que simplemente tenemos que separas las partes que están pegadas por la grasa endurecida por el paso de los años y la falta de movimiento. Esta parte consiste en una cola de milano de latón de varios centímetros de largo y muy bien ajustada, por lo que está verdaderamente dura. Volvemos a utilizar el tornillo de banco, y sujetamos la pieza protegiéndola con un trapo para no dañar la pintura. Por medio de un botador o cualquier elemento similar y un poco de cartón para no dañar el material procederemos a golpear sin miedo hasta que separemos las piezas.

    Golpear sin miedo, teniendo en cuenta proteger las partes metálicas.
    Poco a poco la pieza va saliendo y vemos la grasa verdosa convertida en verdadero pegamento.

    Ya tenemos separada, pues, la pieza que constituye el mecanismo de ajuste del condensador, que está totalmente inutilizado. Procederemos con cuidado, observando antes de forzar nada. Vamos allá.

    Recordamos la existencia de cremalleras de plástico y lo peligroso de forzarlas, así que vamos con cuidado a intentar trabajar sobre el ajuste de elevación del condensador, que está completamente atascado. Entonces, vemos que por suerte, ha quedado en la posición de fábrica, y tenemos acceso a los tornillos que sujetan la cremallera al piñon. Si no podemos desengranar el piñón, entonces retiraremos la cremallera, y así lo hacemos.

    La construcción del microscopio nos permite el acceso a los tornillos.

    Primero retiramos el tornillo 1, que nos haría de tope. Este tornillo tiene como función ser soporte del espejo del microscopio. A continuación retiraremos los tornillos 2 y 3. Hay que tener en cuenta que estos tornillos no son iguales, ni la cremallera admite cualquier posición, por lo tanto deberemos apuntar o recordar para no tener problemas a la hora del montaje. Esto es extensible a todas las cremalleras del microscopio. La cabeza del tornillo 2 es avellanada (cónica), mientras que el tornillo 3 tiene la cabeza normal. Esto es porque en el montaje, el tornillo 2 con cabeza avellanada asienta en el agujero también cónico de la cremallera plástica y la coloca en su sitio exacto, siendo el tornillo 3 de simple sujeción. Entonces, cuando tengamos la cremallera libre, lo que haremos será girar el piñón con el mando de ajuste de altura del condensador, con el resultado de que no se moverá el dispositivo, porque está atascado, pero sí saldrá la cremallera y tendremos un piñón desengranado.

    Con la cremallera libre de sus tornillos, al girar el mando sale de su asiento.

    Con el piñón desengranado de la cremallera que ya no está en su sitio, ya no corremos el riesgo de romper nada al deslizar las colas de milano. Lo haremos, como antes, sujetando la pieza en un tornillo de banco si es necesario para separar las piezas.

    Piezas separadas y listas para limpiar y engrasar.

    Incluso desmontaremos el mando y sistema de piñón si queremos hacer un trabajo completo de limpieza y engrase.

    Piñón del ajuste de la altura del condensador.

    Este es el proceso básico de desmontaje del microscopio LOMO Biolam con ajuste fino de disco. Lo más importante es intentar no forzar nada que se pueda romper. Especialmente hay que ser cuidadoso con los elementos que contienen cremalleras de plástico asociadas a piñones metálicos. Estos están presentes en la platina mecanizada, así como en el mecanismo de ajuste de la altura de condensador. El plástico parece sumamente quebradizo y si se rompiera no tendría solución. Por suerte, podríamos encontrar en algunos sitios de internet, como ebay, algunas piezas usadas que contienen esas cremalleras y sustituirlas. Por lo demás el microscopio tiene una construcción muy sólida, siendo casi todos los componentes metálicos.

    En próximas entradas atenderemos los posibles problemas de otros elementos y algunos otros temas relativos a esta interesante marca que dispone de tantos accesorios al alcance del aficionado a precios muy interesantes.

    ¡Hasta pronto microscopistas!

    Lomo Biolam

    Los aficionados a la microscopia de todo el mundo tuvieron durante años acceso a unos equipos decentes, de buena calidad óptica y con precios razonables gracias a la gama BIOLAM (БИОЛАМ) de LOMO. Estos aparatos comenzaron a producirse en los años 60, continuando su comercialización hasta la década de los 90, llegando a exportarse a decenas de países entre ellos EEUU y casi toda Europa Occidental, aunque a veces se distribuían con diferentes marcas como Bresser en Alemania o Zenith en el Reino Unido.

    Son microscopios de tamaño compacto, pero que admiten gran variedad de técnicas y que estaban concebidos de forma modular, de tal manera que podían ampliarse o especializarse según las necesidades del usuario en ambientes educacionales o profesionales de laboratorio. Se crearon tres series, cada una de las cuales contaba con equipos de varios niveles.

    Biolam C era la gama educacional («C» es la inicial de la palabra «студенческие», que se lee «studencheskiye» y significa «para estudiante» en ruso). Estos microscopios son los más básicos y ninguno tiene platina mecánica, sino que la muestra debe moverse directamente con la mano. Los hay monoculares y algún modelo binocular.

    Biolam Д estaba destinado a microscopio de campo («д» es la inicial de «дорожные » que se lee «darozhniye» y significa «de camino» en ruso). Los microscopios Biolam D venían todos en un maletín casi siempre metálico para estar protegidos durante el transporte. Los había monoculares, binoculares y con platina mecánica o manual e incluso con contraste de fases.

    Biolam P era el microscopio para uso profesional (P es la inicial de «рабочие» que se lee «rabochiye» y significa «de trabajo» en ruso). Son los microscopios mejor equipados. En concreto, el modelo R17 venía con cuatro objetivos apocromáticos, además de un condensador aplanático para iluminación oblicua, platina mecánica circular rotativa y centrable, etc. De este microscopio hablaremos en detalle en otra entrada.

    Lomo Biolam R17 con iluminador OI-19
    En la imagen se muestra un equipo LOMO Biolam R17 con un iluminador de alta intensidad OI-19.

    Una curiosidad de algunos de estos microscopios es que el sistema de enfoque fino consiste en un disco situado en la base y que se puede girar en uno u otro sentido con cualquiera de las manos, funcionando correctamente sin mayores inconvenientes. Según explica la experta rusa en microscopía Olga Vladimirovna Yegorova, se trata de un diseño único de Lomo que desarrolló Rem Mikhailovich Raguzin como solución cuando se le encargó reducir los costes de producción de toda la gama. Estudios posteriores mostraron que para trabajos durante periodos de tiempo prolongados, especialmente movimientos repetitivos de rutina, producía fatiga en los dedos, ya que normalmente se utilizaba un solo dedo todo el tiempo, por lo que se volvió al diseño clásico. Olga Vladimirovna responde a preguntas de todo tipo sobre microscopía aquí.

    En los microscopios LOMO Biolam puede reconocerse el modelo correspondiente porque lo llevan grabado en la placa que hace de tope para el ajuste fino, cerca de la platina. Allí podemos ver el modelo de microscopio con la letra correspondiente en cirílico, y abajo el emblema de LOMO. A continuación un número de serie en el cual las dos primeras cifras corresponden al año de fabricación. En general esto se cumple para todos los accesorios de la marca, que generalmente son todos compatibles con todos los modelos Biolam e incluso con muchos de otras series superiores.

    Microscopio Lomo Biolam R17 fabricado en ¿1984?.

    Entre los accesorios más comunes están los iluminadores, los diferentes condensadores (para campo oscuro seco y de inmersión, para contraste de fases, iluminación oblicua), los cabezales monoculares directos, bino y trinoculares, polarizadores, y una gran variedad de objetivos secos y de inmersión en agua o aceite acromáticos, planos y apocromáticos. Todos estos elementos son muy interesantes para el aficionado, pues le permiten combinar diferentes técnicas y equipamiento diverso, lo que es muy didáctico y entretenido.

    Actualmente aún se pueden encontrar muchos de estos elementos de segunda mano en venta a precios muy convenientes en ebay o páginas similares. De hecho, queda en Rusia stock de aparatos completamente nuevos sin estrenar, con el embalaje de origen a buenos precios, así como accesorios de todo tipo. Las fotos que se muestran en este blog son un ejemplo de equipos de esa procedencia. El problema que presenta la adquisición de este tipo de material es que en la mayoría de los casos, los microscopios están inutilizables precisamente por haber estado tanto tiempo parados. La famosa grasa «de tanque» rusa tiene la culpa, ya que ésta se solidifica bloqueando todos los engranajes. Es necesario en ese caso desmontar todo el microscopio, limpiar y volver a engrasar, lo cual a veces no es fácil para todo el mundo (de hecho no es muy difícil romper alguna pieza en el proceso). En entradas sucesivas veremos un poco el proceso en cuestión, así como algunos accesorios interesantes.

    ¡Hasta pronto microscopistas!

    Microscopios LOMO.

    Etiqueta del famoso microscopio LOMO Biolam en cirílico y latino

    L.O.M.O. es la transcripción literal al alfabeto latino del acrónimo ruso que en el cirílico original sería л.о.м.о. Esto es Ленинградское оптико-механическое объединение o algo así como «Sociedad Óptico-Mecánica de Leningrado» (la actual San Petersburgo).

    Es conveniente conocer los orígenes de las palabras para establecer el origen de las cosas, y aunque es cierto que la empresa a veces se considera «soviética» y de Leningrado, no podemos olvidar que fue fundada con otro nombre en 1914 en San Petersburgo que no deja de ser la misma ciudad pero también con otro nombre. Aunque es innegable que fue durante los tiempos soviéticos, cuando la empresa alcanzó sus más altas cotas en cuanto a la producción de microscopios para el uso profesional, del ámbito educativo y también para los aficionados.

    Es interesante visitar la página oficial de la compañia para poder ver su trayectoria y los avatares por los que ha tenido que pasar a lo largo del más de un siglo de historia. Los momentos más difíciles han sido por supuesto el asedio de Leningrado por las tropas alemanas durante la Gran Guerra Patria (lo que nosotros llamamos II Guerra mundial) y el fin abrupto de la Unión Soviética. En cuanto al asedio, la ciudad perdió más de un millón de habitantes, la mayoría de los cuales murieron de hambre, por bombardeos o enfermedades provocadas por el hambre y el frío. En la misma fabrica murieron varios centenares de operarios mientras trabajaban bajo los bombardeos. En cuanto a la otra circunstancia, la caída de la Unión Soviética, fue tan abrupta e inesperada que dejó a la compañia desamparada y a merced de un mercado en el que no estaban acostumbrados a competir. Todo esto se puede ver en un vídeo de media hora y en explicaciones adicionales en su página dedicada al museo, que también se puede visitar en San Petersburgo bajo petición.

    Las circunstancias de la Guerra sin embargo fueron cambiando, y los soviéticos avanzaron lentamente hacia Berlín, de forma que llegaron los primeros a esa ciudad y a buena parte de Alemania. Ésto no vendría muy a cuento en un blog sobre microscopios, de no ser porque por el camino estaban las fábricas de Carl Zeiss. Éstas cayeron bajo la órbita soviética, lo que permitió a LOMO disponer de diseños de elementos ópticos de primer nivel que fueron la base de muchas de sus producciones posteriores, aunque por supuesto hubieron diferencias y modificaciones. Es un hecho conocido que casi todos los elementos de los microscopios LOMO y Zeiss de los años de la postguerra son compatibles entre si. También quizá porque la Zeiss que cayo en la Alemania Oriental o RDA ,siguió durante la guerra fría los estándares soviéticos.

    Hoy en día, LOMO es una gran empresa con más de dos mil empleados, pero que apenas fabrica microscopios para nivel de aficionado en sus instalaciones de San Petersburgo. Los microscopios LOMO de gama media-baja son fabricados en China, quedando al parecer en Rusia la fabricación de equipos más especializados que nutren el mercado ruso y de la antigua URSS. Por otra parte, se dedica principalmente a la fabricación de sistemas para la industria militar, aeroespacial, astronomía, etc., no siendo ya los consumidores particulares sus principales clientes finales.

    Actualmente, entre algunos fotógrafos aficionados ha surgido en los últimas décadas la llamada «Lomografía» que es una forma de fotografía basada en un tipo de cámara de LOMO que fue muy popular entre la población soviética por su precio contenido. Se trata de un tipo de cámara que produce unas fotografías muy particulares y siempre bajo el lema: «No pienses, dispara». Curiosamente LOMO dejó de fabricar esa cámara hace años y ahora se producen en China, pero eso es otra historia…

    ¡Hasta pronto microscopistas!