La serie BX de Olympus nació en los años 90 del siglo pasado. Destinados a sustituir a los exitosos BH y BH2 han cumplido con creces las expectativas depositadas por la marca. Con ellos, Olympus inauguraba la era de los objetivos infinitos, los llamados UIS, que a partir de ese momento incorporarán todos sus microscopios. Otra novedosa característica fue el diseño de su estativo en forma de Y que al principio sorprendió a toda la competencia. Posiblemente es la forma más sencilla de lograr una mayor estabilidad, al tiempo que despeja la zona de trabajo de las manos cuando actuan sobre los mandos del enfoque o del movimiento XY de la muestra.
En la foto se muestra una unidad con condensador de contraste de fases, que sirve también para campo claro y campo oscuro, todo en uno, lo que resulta muy práctico…